Lo poco que sabemos

SINOPSIS

¿Una pelea puede acabar con una amistad de toda una vida? Hannah y Emory no son simples vecinas. Son esa clase de mejores amigas que no pasan ni un solo día sin hablarse. Al menos, así era hasta hace tres meses. Desde que tuvieron esa pelea en la que dijeron cosas de las que ya no pueden arrepentirse. Desean romper ese doloroso silencio que las separa, pero esos treinta y seis pasos que separan las ventanas de sus habitaciones se sienten como kilómetros…

Hasta que llega esa noche fatídica, cuando Luke, el novio de Emory, casi muere. Y la persona que le salva la vida es Hannah. Mientras Luke intenta encontrarle sentido a su experiencia cercana a la muerte, se vuelve muy cercano a Hannah, quien se convierte en su mayor confidente. Por otro lado, Hannah encuentra en Luke alguien con quien puede hablar acerca de todos los fantasmas internos a los que se está enfrentando. Emory solo quiere que todo vuelva a la normalidad con Hannah. No tiene ni idea de por qué su relación está fuera de control. Pero cuando la horrible razón tras la pelea sale a la luz, los tres deben trabajar juntos para proteger a la persona con el secreto más grande. Una conmovedora historia acerca del amor, la traición y el poder de la amistad.

OPINIÓN PERSONAL

A lo largo de la última década hemos encontrado en el mercado editorial juvenil e internacional muchos títulos que se dedican exclusivamente a la narración y desarrollo de problemáticas adolescentes. La amistad es el tópico por excelencia que vemos desarrollado en base a un sin fin de problemáticas con las que los lectores se pueden sentir cercanos. Lo poco que sabemos juega dentro de esta competencia pero a su vez suma un factor adicional que hace que marque la diferencia: la creencia.

¿Por qué digo “creencia” y no “religión”? Porque en lo personal creo que son dos cosas distintas y la autora de este libro (Tamara Ireland Stone) también busca darle una identidad distinta. En esta historia tenemos dos amigas de la infancia que han vivido y atravesado un sin fin de anécdotas. Crecieron juntas y por más que en un futuro la universidad puede ser que las aleje un poco, lo cierto es que ese cariño que se tienen puede ir contra todo tipo de distancia. Excepto por el hecho de que meses antes al desarrollo de este libro, las amigas tuvieron una pelea que no parece tener solución. Por un lado tenemos a  Emory, una adolescente que vive con su madre (quien está a punto de casarse), extrovertida, alegre y soñadora; por el otro, tenemos a Hanna, tímida, hija de un pastor, miembro de un coro y devota de la religión. Los opuestos se atraen y no solo mediante un interés amoroso, la amistad también cae bajo la regla de esta ley. El problema aquí radica en que al inicio de la narración no sabemos qué fue lo que sucedió entre ambas amigas, este inconveniente se va a ir desarrollando a lo largo de las páginas mientras que otros sucesos en paralelo van sucediendo y desestabilizando el alejamiento de ambas. 

Cuando el novio de Emory (Luke) tiene un accidente que casi termina con su vida, todo entre ambas muchachas comienza a cambiar. Hanna venía teniendo una lucha interna sobre su creencia religiosa y es con Luke con quien avanza sobre la diferencia de creer en algo superior y la religión propiamente dicha y casi ortodoxa. Ella abre los ojos e intenta luchar contra esos mandamientos familiares que le preceden para permitirse ver todo con otros ojos y entender un poco el dolor y pensamiento de aquella quien solía ser su mejor amiga.

La particularidad de Lo poco que sabemos es que no solo nos encontramos con un distanciamiento típico adolescente, sino que todo este vacío y silencio esconde por detrás problemáticas más complejas e incluso oscuras, que de alguna manera están dañando a Hanna y a Emory pero a ambas les cuesta mucho sobrellevarlo y poder avanzar. Sin duda alguna Luke será el puente que intentará unir esta amistad, no sin antes pasar por un proceso largo de desconfianza, confianza, amor, peleas, perdones y sobre todo: de búsqueda de la verdad y aprender a escuchar al otro. 

La pluma de la autora es muy ligera, este libro se puede leer de forma muy rápida y eso a veces le juega en contra porque algunos hechos se vuelven predecibles. Sin embargo, creo que las diferentes personalidades de los tres personajes principales y las actitudes iniciales que luego se comparan con las del final del libro, pueden demostrarnos un crecimiento y desarrollo que muchas veces se pierde, pero este no es el caso. La historia es muy young adult y para quienes son fans de este sub-género literario, sin duda alguna van a encontrar este libro entretenido e inolvidable. 

En lo personal: fue la primera vez que leí algo de la autoría de Tamara Ireland Stone y francamente me encantaría volver a leer algo de su trabajo. 

¿Cuántos Nifflers le dimos a esta historia?

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