La obra de Harry Potter pierde cientos de miles de dólares por semana de cierre en Australia

La obra Harry Potter and the Cursed Child suspendió presentaciones a nivel mundial en marzo de 2020 por la pandemia. La ciudad australiana de Melbourne pudo reanudar la obra en febrero de 2021, pero una orden de confinamiento local detuvo todo de nuevo… y eso está costando más de lo que creíamos.

Sonia Friedman, co-productora de Cursed Child, reveló hoy la escala de las pérdidas financieras de la obra pottérica en Australia. Friedman escribió una columna de opinión para el periódico británico The Telegraph en la que pide que el gobierno local apoye económicamente a las obras de teatro en Londres que tuvieron que detener sus presentaciones durante la crisis sanitaria de COVID-19 (incluyendo, obviamente, a Harry Potter and the Cursed Child). En una parte de la columna, Friedman incluso compara la situación de Cursed Child Londres con la de Cursed Child Australia para revelar la escala de los daños que le causa la contingencia.

Esta es la traducción de ese fragmento de la columna de Friedman:

“La razón por la que estoy tan preocupada [por la falta de apoyos en Reino Unido] es por que tengo experiencia en que las cosas salgan catastróficamente mal. Soy la única productora británica en el mundo que ha abierto un espectáculo en capacidad completa, confiado en un gobierno que le ha dicho ‘Hazlo’, y luego ha tenido que cerrar sin previo aviso. Abrí Harry Potter en Melbourne en febrero. Costó millones hacerlo, y en las últimas dos semanas hemos tenido un confinamiento y nuestra capacidad fue reducida al 25 por ciento o 50 personas en el público. El gobierno local en Victoria nos ha apoyado, pero Harry Potter está perdiendo actualmente 250 mil dólares australianos por semana.”

Los 250 mil dólares australianos que Cursed Child Australia pierde cada semana equivalen a más de 192 mil dólares estadounidenses o más de 159 mil euros. Al momento de redactar esta noticia, la versión australiana de Cursed Child pasa por una suspensión de al menos tres semanas de duración, del 29 de mayo al 19 de junio de 2021. Utilizando los datos dados por la productora, podemos calcular que Cursed Child Australia acumula actualmente una pérdida de 750 mil dólares australianos, que a su vez serían más de 578 mil dólares estadounidenses o más de 477 mil euros… y eso sin contar la posibilidad de que la suspensión en Melbourne dure todavía más (lo cual es difícil de descartar, tomando en cuenta el temor que Australia le tiene a repetir los errores que cometió al manejar la crisis sanitaria en su temporada invernal anterior).

Tras revelar la escala de las pérdidas en Australia, Sonia Friedman señaló que “aquí en [Gran] Bretaña, el costo de reabrir nuestro sector es de decenas de millones de libras esterlinas” y que los productores detrás de todas las obras afectadas “solo tienen una oportunidad para hacer las cosas bien,” lo cual es preocupante para la productora de Cursed Child ya que los encargados de obras en Reino Unido “no tenemos nada para protegernos” ante las pérdidas económicas que ocurrirían en caso de que la pandemia obligue a alargar todavía más la suspensión de las producciones teatrales.

Las quejas de Friedman surgen luego de que el gobierno británico anunciara un atraso de cuatro semanas en su plan para retirar las últimas medidas de confinamiento que quedaban en pie, el cual a su vez se impuso en Reino Unido tras sufrir una preocupante alza de casos de COVID-19 durante los últimos meses de 2020. El cambio de cuatro semanas en el plan británico significa que los teatros deberán mantener su aforo limitado durante otro mes, lo cual impediría el regreso de las presentaciones de Cursed Child en Londres. Dicho eso, el cambio de planes en Reino Unido también le da seguridad a la población local tras un reciente crecimiento de casos de la variante Delta de COVID-19. Boris Johnson, primer ministro británico, asegura que los casos locales de Delta están aumentando en un 64% cada semana, lo cual significa que este es el peor momento para descartar la implementación de medidas de seguridad en la región.

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