En noviembre de 2021, la versión de Broadway de la obra teatral Harry Potter and the Cursed Child estrenó un formato “reimaginado” más corto y más amigable con las restricciones sanitarias de la crisis mundial en curso.
El razonamiento EXTRAOFICIAL detrás de este cambio era que acortar la obra pottérica durante la pandemia de COVID-19 ayudaría a disminuir los riesgos de contagio que existen adentro de las salas de teatro. Pero, más allá de los beneficios sanitarios, ¿qué tan útil fue el nuevo formato de la obra? Una filtración del periódico New York Times insinúa que el recorte sufrido por Cursed Child pudo haber tenido resultados económicos bastante positivos.
New York Times filtró “datos previamente no revelados sobre el rendimiento financiero de espectáculos individuales de Broadway” que abarcan desde mediados de septiembre de 2021 y hasta el 12 de diciembre del mismo año, “justo antes de que un aumento en resultados positivos en pruebas de coronavirus entre trabajadores de teatro forzara a la mitad de todos los espectáculos de Broadway a cancelar presentaciones.” Casualmente, este mismo periodo cubre casi todo el periodo entre la reapertura de Cursed Child en Nueva York el día 12 de noviembre de 2021 y el cierre de la misma obra de Broadway por un brote interno de COVID-19 entre sus trabajadores un mes después.
Las cifras obtenidas por New York Times muestran que, “antes de la variante Ómicron, [la recaudación en] las taquillas de Broadway estaba bastante mejor de lo que los pesimistas temían, dada la escasez de turistas y de trabajadores, las constantes preocupaciones por la salud pública, y la incertidumbre sobre el efecto que tendrían los mandatos de vacunación y mascarilla” obligatorias para entrar a las obras.
Este panorama óptimo pre-Ómicron fue especialmente cierto para la obra de teatro de Harry Potter. El periódico neoyorquino comenta lo siguiente:
“También es digno de mención [que] Harry Potter and the Cursed Child, que durante el cierre pandémico fue resumida de una obra de dos partes a un espectáculo más tradicional de una sola parte, parece, al menos inicialmente, haberse beneficiado de la cirugía reconstructiva. La versión más corta impresionó a los críticos y redujo costos de producción, y sus ingresos semanales a inicios de diciembre [de 2021] eran de casi 1.7 millones de dólares, lo cual es significativamente mejor de lo que tenía durante el mismo periodo en 2019.”
La primera impresión que da al leer esto es que la versión “reimaginada” de Cursed Child fue la única causa del aumento de ganancias. Dicho eso, también es posible que Harry Potter se beneficiara de una tendencia más grande que ocurrió con todas las megaproducciones de Broadway que reiniciaron actividades tras cerrar entre marzo de 2020 y septiembre de 2021. New York Times señala que, “en los meses entre la reapertura de Broadway y la conmoción causada por la llegada de Ómicron, los grandes éxitos de la pre-pandemia tuvieron [una taquilla] bastante buena” mientras que “varias obras nuevas y poco conocidas […] tuvieron problemas para vender boletos, tal y como las obras lo han estado haciendo en las temporadas recientes.”
El éxito de las producciones más grandes de Broadway fue literalmente millonario. New York Times incluso afirma que “durante el mejor periodo otoñal de la industria, en la semana [del Día] de Acción de Gracias, Hamilton recaudó más de 3 millones de dólares; y El Rey Leon, Wicked, y Harry Potter and the Cursed Child reunieron más de 2 millones de dólares cada uno.”
No obstante, este periodo de abundancia parece haber terminado gracias a Ómicron. La nueva variante de COVID-19 trajo consigo una ola de contagios entre los espectadores y entre los trabajadores de Broadway, lo cual a su vez causó el cierre de varias obras. New York Times comenta “actualmente sólo hay 19 espectáculos en los 41 teatros [de la zona], una cifra inferior a la de hace años.” Aún así, el periódico también señala que los productores de las obras sobrevivientes “dicen que sus ‘daily wraps’ (es decir, la venta neta de entradas) están repuntando,” y que los productores “son optimistas respecto a la primavera” que inicia en marzo de 2022 para el Hemisferio Norte.
La obra teatral Harry Potter and the Cursed Child es una de las presentaciones que se mantiene en pie en Broadway. Esto tiene mérito tomando en cuenta que Cursed Child Broadway acaba de pasar por un cierre por contagio en diciembre y un cambio de elenco por controversias en enero. En ambos casos, la puesta en escena logró seguir adelante gracias a su equipo de suplentes.
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