La última sede activa de la obra de Harry Potter se reactiva, pero la obra sigue en pausa

El pasado 27 de julio, la ciudad australiana de Melbourne terminó con la orden de confinamiento que puso en pausa las funciones locales de la obra teatral Harry Potter and the Cursed Child… pero aún así, la obra pottérica todavía no tiene luz verde para volver a presentarse.

El periódico The Guardian publicó una guía de restricciones sobre el fin del confinamiento de Melbourne en la que se confirma que “la orden de quedarse en casa se terminan a partir de la medianoche [del 27 de julio de 2021], [pero] las restricciones para recibir visitantes en casa siguen en pie.” De la misma manera, “las reuniones públicas deberán limitarse a [un máximo de] 10 personas a partir de la medianoche del 27 de julio” y que “no habrá público en partidos de fútbol, teatro, u otros eventos.”

Bajo estas condiciones, la obra de teatro del Mundo Mágico deberá permanecer en pausa básicamente de la misma manera que cuando el confinamiento estaba en marcha. Por ello, el equipo de Cursed Child Australia tuvo que anunciar en redes sociales que, “siguiendo el último anuncio del gobierno de [el estado australiano de] Victoria, las presentaciones de Harry Potter and the Cursed Child seguirán estando canceladas hasta el domingo 8 de agosto incluyendo dicho día.” Todavía no queda claro si la restricción impuesta a los teatros seguirá hasta entonces, así que Cursed Child Australia también advirtió que “se harán anuncios posteriores siguiendo la información actualizada del gobierno” local.

El cierre de Harry Potter and the Cursed Child en Australia es especialmente significativo debido a que, hasta hace unas semanas, esta era el único lugar del mundo en el que se podía ver la obra de teatro de Harry Potter en vivo durante la crisis sanitaria de COVID-19. La obra cerró todas sus sedes a lo largo del planeta en marzo de 2020 para prevenir el contagio de coronavirus, pero Australia logró reanudar sus presentaciones de Cursed Child a partir de febrero de 2021 gracias a que detuvo temporalmente los brotes de la pandemia a nivel local. Desde entonces, la versión australiana de la obra de Harry Potter ha estado pausando y reanudando sus presentaciones teatrales dependiendo del estado de la contingencia. No es una solución sanitaria elegante (ni barata), pero al menos evitar empeorar la delicada situación actual de Melbourne y del resto de Australia.

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